Thursday, April 27, 2006

Mi Primera Herida



Toditos y toditas vamos en picada, recolectando pasos, que más que movimientos de piernas, rodillas y pies, son colecciones de accidentes, el resultado mecanizado de tanto desacierto.

Tenemos pericia en hacer lo que no debemos y no hacer lo que si. Nos contradecimos por naturaleza, e intentamos que el mundo crea Eso que somos, pero las máscara las hicimos con papel periódico un día de lluvia; la función fue pésima y aun así no falta quien nos felicite.

Se puede decir que no tenemos objetivos o que tenemos todos los objetivos, que no hay que ser Nobel para darse cuenta que es lo mismo. No alcanzamos para mal ejemplo, nunca terminamos de hacer la fila, siempre empezamos comiendo lo que más nos gusta y la comida queda a medias, ni para ti, ni para nadie.

Nuestro destino lo determina el tren en una noche de domingo, con rutas cambiadas, paradas cerradas, y la creciente sensación de que no vamos a donde queremos o de que no saldremos de alli.

Eso si, a la primera persona que traiga una brújula y un mapa, la saco de la habitación.

1 comment:

Antonio Mundaca said...

"Nuestro destino lo determina el tren una noche de domingo" la frase concluye o mejor dicho deja abierta la sensacion al fin del mundo