Friday, March 03, 2006

Estoy lejos del mundo. Que bien. Doy a luz bellos callos en mis pies de tanto estar parado. Que bien. Mi estomago acaba de protestar. Que bien. El secreto para alimentarse cuando el presupuesto está lleno de mesuras, es volar en la pasión-vicio de cada uno. Yo me alimento cuando pienso en el libro que preparo y cuando la luz que cae a las cuatro de la tarde me sugiere un texto. La ciudacita sigue ahí, quedándonos pequeña, porque somos capaces de absorbvber con habilidad pasmosa cada iglesia alcanzando el cielo, y cada rascacielos haciéndole cosquillas a dios. Cada transeunte nos da una historia gratis, y sólo queda quejarnos de que no nos queda el tiempo para poner el mundo en el papel. Ni aunque resulte siendo inmortal, me va alcanzar el tiempo.

3 comments:

Pirata Subterraneo said...

Por aqui conociendo. Bacano N.Y. Saludos.

nicolececilia said...

wow luis qué linda esta brevedad. anoche mismo le preguntaba a angel que por qué rayos las horas del día no me dan

Natalia said...

la horas NUNCA alcanzan...